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« No
es un pintor que se pone a hacer el escritor ; ni un escritor
que ha dejado de ser pintor ; ni un pintor que perdió
la fe en su arte ; no es un intruso, ni un decepcionado, ni
un pedante
pero, simplemente, un hombre con los cinco
sentidos, el pensamiento y el corazón abiertos y activos
frente al espectaculo que le ha sido reservado. »
Joan Oliver,
prólogo a Escrits de Joan Vilacasas (Albor, 1954)
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