Presentación
     
Pintura
Aguafuertes
Estructuras
y cerámica

 


« Vilacasas es, seguramente, uno de los artistas catalanes que supo mejor absorber, digerir e interpretar todos los -ismos de los cuales fue contemporáneo. Su evidente postimpresionismo, después de su primera estancia en París, está lleno de alusiones cultas y presenta una verdadera factura de análisis que supera el puro deseo imitativo. El gusto por las reinterpretaciones de los estilos que ofrecen lecturas profundas sobre lo que han hecho los otros, le aleja de lo que habría podido ser puro manierismo. Las mixturas inteligentes entre tendencias, mezclando neoimpresionismo y expresionismo abstracto, incluso registros ingenuos, por ejemplo, le facilitan el camino que le conduce a encontrar un estilo personal y definitivo, desde el tachismo o el informalismo, hasta llegar a la pintura matérica, gestual, para encontrar de nuevo el espacialismo. Un camino que emerge al final de los años cincuenta, despunta en los sesenta y madura a lo largo de los setenta. De todos los -ismos se acerca, pero de todos se aleja. (…)
A todo lo que las nuevas vanguardias le traen formalmente Vilacasas añade lo que le ofrecen la vida y la sociedad. Su respuesta: una imagen de arraigamiento, de identidad, de allí donde estamos. Vernos del mismo sitio que nos indicaba Saint-Exupéry, desde el asteroide B 612, es lo que siempre Vilacasas quiso mostrarnos. »

Ana Fernandez Alvarez, Quadern, junio de 2002